Se denomina habitualmente lírica cancioneril a la compuesta durante los siglos XIII a XVI y recopilada en antologías elaboradas por algún coleccionista de poemas denominadas cancioneros. Restrictivamente, el marbete lírica cancioneril designa en particular al tipo de lírica que se dio en Castilla durante el siglo XV principalmente.
Cancioneros castellanos
1. Cancioneros generales:
El primer cancionero castellano que se conoce es el recogido por Juan Alonso de Baena entre 1445 y 1454 por el encargo de Juan II de Castilla, muy amante de este tipo de literatura. Por eso es conocido como Cancionero de Baena, aunque algunos especialistas prefieren denominarlo como Cancionero de Villasandino, por ser éste el poeta más ampliamente representado. Entre 1460 y 1463 se confecciona el Cancionero de Estúñiga, así llamado por ser Lope de Estúñiga el autor del primer poema antologado. En él se recoge la producción poética de la corte de Alfonso V de Nápoles y posee, entre otras singularidades, la de incluir algunos romances. Con toda la colección más importante de poesía cancioneril.
Del siglo XV, tanto por su cantidad como por la calidad de las piezas recogidas en la misma, reunida por Hernando del Castillo y publicado por primera vez en Valencia en 1511. Contiene 1056 composiciones de poetas que, salvo una pequeña parte perteneciente a los reinados de Juan II y Enrique IV, corresponden a la época de los Reyes Católicos.
2. Cancioneros particulares:
Se llaman así por estar consagrados a un solo poeta. Entre los muchos conservados, destacaremos los de Gómez Manrique, fray Ambrosio de Montesino, Garci Sánchez de Badajoz y Juan del Encina.
3. Cancioneros musicales:
Tienen la particularidad de que en ellos se conservan tanto la música como la letra de las composiciones antológicas. De entre ellos, reseñaremos el Cancionero musical de Palacio, el Cancionero de Juan del Encina, el Cancionero de Uppsala (editado por R. Mitjana, Upsala, 1909), el Libro de música de Luis Millán y muchos más. A partir de mediados del siglo XVI se hicieron también cancioneros romances que se conocen con nombre de Romanceros.
· Poesia tradicional
Junto a la literatura culta, escrita, inalterable y de autor generalmente conocido, corre paralela otra literatura llamada popular y tradicional que muestra, a veces, una extraordinaria calidad artística. Esta literatura pertenece al folclore, es decir, al "saber tradicional del pueblo" que, además de las costumbres, los juegos, las fiestas, etc, incluye como aspectos destacados los cuentos las leyendas, las canciones y los romances. Este folclore literario es una de las más completas manifestaciones de la cultura y el modo de ser en España.Características:
La transmisión oral: Durante milenios, la palabra desnuda, mantenida en la memoria, fue el único procedimiento de conservación y transmisión de la cultura literaria. El pueblo, que considera estas formas literarias como algo suyo, las transmite oralmente, de generación en generación, reelaborándolas.
Brevedad: El pueblo prefiere las composiciones breves que se pueden captar fácilmente y por eso a veces se llega a una condensación quizás excesiva, en el afán de reducir y eliminar lo superfluo.
Sencillez: La literatura popular es sencilla en el fondo y la forma. No presenta demasiados convencionalismos ni artificios, porque brota espontánea como expresión de un sentir general.
Anonimia: Hay un creador inicial, un individuo especialmente dotado que interpreta y expresa el sentir del pueblo. Otros individuos a través del tiempo van rehaciendo la obra que se considera un bien común a disposición de la comunidad.
Variantes: Aparece uno de los aspectos más claramente diferenciadores de la literatura popular de la culta: las numerosas variantes de un mismo cantar, cuento o romance.Existen en la península tres grandes núcleos líricos de carácter oral tradicional, además del núcleo catalano, provenzal, con tres formas poéticas características: el arábigo - andaluz (jarchas), el galaico - portugués (cantigas de amigo) y el castellano (villancico).
Temas
Se pueden distinguir por sus especiales características:
Las albas: canciones puestas en labios de una muchacha que, al amanecer espera la llegada del amado a quien llama amigo.
Las albadas: cantan la separación de los amantes al clarear el alba, lamentándose de que llegue el día
Las mayas: exaltan el triunfo de la primavera y del amor en el mes de Mayo
Canciones de serrana: su asunto es el encuentro de un caballero, a veces perdido en la sierra, y una serrana a la que pregunta el camino y/o la requiere de amores.
Métrica y estilo
La forma castellana más genuina es el villancico, composición formada por un estribillo inicial de dos, tres o cuatro versos. El villancico propiamente dicho, que cantaba el coro.
Este villancico inicial se glosa en estrofas y, al final de estas, se suele repetir todo o parte del villancico, a modo de estribillo. La glosa que desarrolla el tema propuesto en el villancico, y que cantaba el solista, aparece frecuentemente en forma de zéjel (antigua composición arábigo-andaluza), teístico, monorrimo llamado mudanza, y un verso más, el de vuelta, que rima con uno o más del estribillo (b, b, b, a), aunque se dan otras combinaciones. Las sílabas de versos son fluctuantes, pero con una tendencia reguladora al verso de seis y ocho sílabas. La rima es asonante, o consonante en reelaboraciones cultas.
Lo que caracteriza a la lírica popular castellana en cuanto al estilo es la sencillez de recursos la falta de artificios, la expresión clara que brota casi espontáneamente. El vocabulario es muy sencillo y repetitivo y destaca la escasez de adjetivos y de metáforas, aunque sí hay imágenes visuales, a veces cargadas de simbolismo popular. Los recursos más abundantes son los de repetición: aliteraciones, anáforas, paralelismos y repeticiones expresivas de palabras o sintagmas.
· Poesía Italianizante
Se denomina lírica italianizante a la corriente poética desarrollada durante la primera mitad del Renacimiento (Reforma) dentro de la literatura española cuyos principales rasgos proceden de la lírica italiana de finales del Quattrocento.Origen:
El origen de esta corriente poética se suele considerar el encuentro mantenido en la ciudad de Granada por el poeta Juan Boscán y el embajador veneciano Andrea Navagero en 1526, gracias a la cual se introdujeron en la poesía española numerosos aspectos formales y temáticos de la lírica renacentista italiana.
Características:
El verso más utilizado es el endecasílabo.
Las formas estróficas utilizadas son: soneto, terceto, octava real, lira, canción, silva y estancia.
Los tipos de composoción más habituales serían los de procedencia clásica: oda, égloga, elegía, y epístola.
Los temas que se desarrollan en esa época son tres:
El amor: unas veces como fuente de satisfacción y tristeza y otras como purificador del espíritu del hombre. Se trata de un amor petrarquista, un amor como destino.
La naturaleza: como marco de las relaciones amorosas y como reflejo del mundo en armonía y equilibrio que simboliza la perfección natural.
Los mitos: tomados como motivos temáticos en sí mismos o como recurso para expresar los sentimientos o reflexiones del poeta.
El poeta que mayor plenitud y calidad a estas nuevas formas y temas fue Garcilaso de la Vega.
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